Estimada señorita:
Así que...
Pensaba en lo que nos hemos convertido, parece ser que ahora somos extraños
es una lastima que esto no durara tanto como me habría gustado.
Pero verá...
Hay algo bueno en todo esto, algo que durará para siempre, como usted sabe y le apuesto que así será, usted pensará en mi, no a diario, probablemente no una vez a la semana ni una vez al mes, más bien, en unos cuantos años... Recordará la cara, la sonrisa, los ojos y es entonces cuando usted se preguntara:
¿Que habrá sido de aquel?
¿Que habrá sido de aquel que un día fue parte de mis pensamientos, de mi obsesión y de mi deseo?
Y ese día decidirá buscarme porque recordara lo que hicimos, las comidas juntos, las risas, los besos, los abrazos, los pensamientos compartidos, las noches, las caricias, la pasión, los sueños, los sentimientos, la felicidad....
Y cuando empiece a pensar, también comenzará a sentir y se sentirá apenada, se sentirá triste, se sentirá consternada, seguro se arrepentirá de haberme conocido, se arrepentirá de presentarme a sus amigos, de las noches que se hacían mañanas, de hablar de mi a algunos familiares, de las mentiras, de la realidad de lo que ocurrió, del día que me dijo que nunca me fuera, que me quedará a su lado, que le pidiera que se fuera conmigo y que dejará su vida atrás...
Y me odiará, me odiará por haberme marchado sin un adiós.
Pero dentro de su odio, habrá una sonrisa, porque sé que aunque usted deseé olvidarme, no podrá hacerlo y siempre me recordará con esa sonrisa tan hermosa que tiene.
Estimada señorita usted nunca se dio cuenta, pero yo me encargué de hacerme necesario para usted, me encargué de que se cuestionara toda su vida, me encargué de que al voltear a ver las estrellas se acordara de mi, de hacerle ver que los sueños se pueden hacer realidad, me encargué de que encontrara el lado hermosos, el lado alegre aun cuando la tormenta este presente y es por ello que cada vez que tenga un mal día, cada vez que tenga una discusión o una tristeza, se acordara de mi y me extrañará.
No quisiera hacerla sentir mal con esta carta, ni mucho menos recordarle lo que significó usted para mi, Gracias a usted existo, gracias a usted soy lo que soy hoy.
Solo quisiera decirle que no es necesario que me busque ese día en el que se acuerde de mi, sabemos lo que pasará si lo hace, así que hagame un favor, cuando aquel día llegué, sueñe conmigo, revivame en su mente y en sus sueños, mantengame vivo en sus pensamientos y haga de usted eso que siempre quiso ser, aléjese de esa persona que no le hace bien, que le da comodidad mas no amor, aléjese de esos "amigos" que la envidian, aléjese de ese trabajo que no le gusta, aléjese de esa vida que escogió pero ya no desea mas!!!
Y entonces yo volveré, con más ganas, con más amor, con más deseos, con más madrugadas, con más abrazos y pasión!!!!!
¡Señorita yo volveré en el momento que usted lo pida, pero ya no como un sueño, volveré como una realidad, como SU realidad!
Aquí estaré siempre esperando.
Atentamente
Su Utopía
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